miércoles, 4 de abril de 2012

Trampantojos: Engañando la Mirada.



Una de las características del arte Barroco que se desarrolla a lo largo del siglo XVII y primera mitad del XVIII en determinados territorios con pautas y características bien distintas según se trate de zonas católicas ( Italia, Francia, España o Alemania) o protestantes ( Inglaterra u Holanda), será la tendencia a lo emotivo, a lo desbordante, al movimiento. No hay armonía en el Barroco, no hay belleza. ¿No? 



Hay expresividad, naturalismo y exceso de elementos decorativos: arquitectónicos, escultóricos, pictóricos. Y juego. Sobre todo juego en el que el espacio interior las arquitecturas aparecen con un carácter nuevo: matemáticas e imaginación se mezclan, para, a través de perspectivas insólitas, luces y trampantojos ( en francés trompe-l'oeil), superando los límites de la quietud arquitectónica o utilizando espejos, favorecer la aparición de la confusión en el espectador.


Francesco Borromini: Palacio Spada, 1632.
El trampantojo que realiza Borromini aquí crea, matemáticamente, la ilusión óptica de que 
la galería tiene muchos más metros de los que existen en realidad : 37 frente a los 8 verdaderos.

Estudios de Niceron y Vries, en el siglo XVII,  harán posible el desarrollo de la quadratura y la perspectiva del llamado "sotto in su" ( de abajo a arriba) base para el ilusionismo del trampantojo o engaño visual, sugiriendo espacios y arquitecturas inexistentes, tanto en arquitectura como en pintura. 


 Cornelis Norbertus Gysbrechts: Autorretrato y naturaleza muerta, 1663


 Jan van der Vaart : Violin Suspendido de un clavo, después de 1674.


Edward Collier: Trompe- l' Oleil, 1699

Pero antes del Barroco, en el Siglo XV, Alberti tras Vitruvio ( S. I a. C ) describió anamorfosis y perspectivas falsas. Bramante hizo lo mismo cuando no disponía de un espacio real. Vincenzo Scamozzi, igualmente, creó en el teatro olímpico de Vicenza perspectivas extrañas, falsas, engaños a las miradas en los murales e incluso utilizó espejos para distorsionar los espacios interiores. Antes que ellos lo hicieron los griegos y romanos. 


Melozzo da Forli: Cúpula de la Basílica de Santa Casa, Loreto, 1477-80




Pere Borrell del Caso: Escapando de la Crítica, 1874

 Y más contemporáneamente se siguieron y se siguen realizando.


 William Michael Harnett: El verdadero Colt, 1890


John Frederick Peto: Job Lot Cheap, 1901-07


Walter Goodman: The Printseller's Window,  Siglo XIX.


Pueden aparecer en una calle,¿ en París?


Juego, magia, engaño, mentira. Pero, ¡¡¡qué bella!!!

Toda la obra gráfica ha sido extraída de Wikimedia Commons. excepto la última imagen en la que tenéis el enlace directo a la página a la que pertenece.

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